Continuando con mi tarea de
analizar que aceptación ha tenido el uso de las tic dentro de la educación, he registrado que
personas nacidas entre los años 60, 70 y 80 recibieron su educación de manera
presencial y no se sentirían cómodos haciendo cursos virtuales, pues la
instrucción física es vital para ellos. Algunos
intentaron con algún curso del cual desertaron y otros ni siquiera contemplan la
posibilidad. Otros en cambio realizaron cursos virtuales completos por cumplir
con requisitos laborales y lograron terminarlos con la ayuda de un experto en
el tema. La mayoría de las personas nacidas en estos rangos de tiempo conocen
los dispositivos y herramientas tecnológicas actuales y poseen algunas de ellas
como portátiles, tabletas y Smartphone, pero las poseen porque “ es la moda” y
las utilizan generalmente para redes sociales, correo electrónico y consultas.
Si analizamos ahora las personas
nacidas después de los 90, nos damos
cuenta que poseen muchas más habilidades en el uso de estos medios y que contar
con la comodidad de no salir de casa harían cursos virtuales sin problema.
Estas personas ( estudiantes ) cuentan
con más de una red social, e-mail y aseguran haber aprendido algún tema,
concepto, manualidad o proceso gracias a muchos de los tutoriales que existen
en la red. Además las TIC les brindan mucho entretenimiento gracias a los
videos, música, juegos y hasta películas que pueden encontrar allí. Pocos
cuentan que su experiencia educativa ha sido la de realizar consultas y leer
las instrucciones que el profesor o profesora coloca en el blog para la
realización de alguna actividad, pero son esporádicas.
Me di cuenta entonces que la
educación presencial sigue siendo pionera, a pesar que las TIC se han
incursionado desde hace varios años. Todavía nos falta una mente abierta sobre
este aspecto.
Lina, lo que es claro es las formas están ahí y ninguna invade el terreno de la otra: la presencialidad y la virtualidad, pero ambas son presencia, cambia la forma, pues para estar en la red solo hace falta dar clic, así como para estar en clase en un aula solo hay que entrar en ella, hay diferencia de forma. Tal vez sea fácil para los nativos digitales, pero es igual para los inmigrantes.
ResponderBorrarYo considero que ambas son importantes, quizá hay quienes no hemos visto la necesidad de incurrir de lleno en el mundo de la virtualidad, que si bien nos estamos acostumbrando a ella; aún no es imprescindible en nuestra vida. Es muy probable que llegará el día en que la virtualidad sea el eje articulador de los procesos educativos, por ahora, es cuestión de tiempo y acoplamiento.
ResponderBorrarCompañera es cierto que aquellas personas que nacieron en la época de los 60-80 han intentado familiarizarse con algunos elementos tecnológicos, con el mundo moderno y quizás les cueste un poco más que los nacidos a partir de los 90, pero para nadie es un secreto que esta habituación puede lograrse y en una gran medida, a partir de un buena disposición, acompañamiento y orientación, pues es ha visto y es posible que estas personas logren desenvolverse con diferentes herramientas.
BorrarPara nadie es un secreto que gracias a una buena disposición un adecuado y pertinente acompañamiento ha sido posible adquirir un valioso aprendizaje.
Me identifico con el comentario de Patricia, considerando que cada vez la virtualidad cobra más fuerza en el campo educativo, de ahí la importancia de conocer los elementos necesarios para el diseño, adecuación y construcción de ambientes de aprendizaje, que permitan procesos de aprendizaje significativo.
BorrarAunque al parecer se esta haciendo el cierre de la bracha digital que se relaciona con el acceso, aún hace falta trabajar en el cierre de las demas como son el uso adecuado, la conectividad, la brecha cognitiva, la brecha afectiva y la brecha cultural.
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